Mi experiencia de voluntariado: Claudio
Claudio ha terminado su proyecto dentro del Cuerpo Europeo de Solidaridad en Kouvola, Finlandia. Su organización de acogida fue Sippola Residential School. Comenzó el 17 de agosto de 2019 y ha vuelto el 17 junio de 2020, 10 meses en total.
Claudio hizo su proyecto en una escuela residencial donde participaba y preparaba actividades para los alumnos y alumnas. Pero, sobre todo, trabajaba en la interacción diaria y directa con ellas haciendo aprendizajes de los momentos informales.
Esto es lo que nos cuenta en relación a sus vivencias en el extranjero:
Me describo como…
Una persona calmada, tímida y graciosa.
¿Por qué decidí hacer un voluntariado en Europa?
Porque quería salir de mi zona de confort.
El principal aprendizaje hasta ahora ha sido…
Aprender a jugar a hockey y tejer medias de lana.
La mayor contribución que he hecho a la comunidad en la que estoy es…
Acompañar en todos los sentidos a las alumnas y alumnos. Dotarlos de recursos motivacionales para asistir a clases de español.
Mi primera impresión del centro donde desarrollo mi actividad
Me sentí algo intimidado. Los chavales tenían actitudes algo “duras” al principio. Incluso cuando nos presentaron, el primero ni me dio la mano. Pero luego, a la hora de cenar, le dio mucha pena que yo solo pudiera comer arroz (había también pollo, pero yo soy vegetariano). Unos días después, me llamaba a gritos“¡Claudio, mío hermano!”
Algo sorprendente/gracioso/llamativo sobre la cultura del país en el que estás
- Les sorprendía mucho que yo me lavara los dientes después de comer. Los fineses se lavan los dientes dos veces al día y no lo suelen hacer justo después de comer. En caso de hacerlo después, suelen esperar media hora.
- Para los fineses, quedar a una hora implica llegar 15 minutos antes. Claro, yo ya no podía llegar 15 minutos tarde como de costumbre.
- Para los fineses es muy raro darse dos besos. Pero estar completamente desnudos en una sauna es de lo más normal.